Falsa boloñesa de soja texturizada. De textura parecida a la carne picada, pero totalmente vegetal y con un alto contenido protéico es la soja texturizada. Es uno de mis más recientes descubrimientos (y uno de los mejores) de los últimos meses, que me permite ampliar el espectro de cocina vegetariana en la que ando inmersa desde un año.
No hace falta haberse entregado al vegetarianismo para cocinar esta falsa boloñesa con soja texturizada. La curiosidad por probar alimentos nuevos y el deseo de reducir el consumo de carne en la dieta son razones más que dignas para lanzarse a probar esta receta. Se cocina igual que una salsa boloñesa de carne picada de toda la vida y su sabor, aunque no exacto, es muy similar. La soja texturizada absorbe los sabores de los ingredientes con los que se cocina. De ellos depende el éxito (o el fracaso) de lo que elaboremos con este ingrediente.
Indice
¿Qué es la soja texturizada y cómo se usa?
La soja texturizada es un subproducto de la soja que se obtiene de la harina desgrasada de soja. ¿Qué quiero decir con esto? Es fácil, te expico. A las habas de soja se les extrae primeramente el aceite. Lo que queda de ellas, la harina desgradasa de soja, se calienta para destruir los componentes tóxicos de la soja cruda y eliminar su sabor amargo. Una máquina extrusora da forma al producto, que es enfriado y secado antes de ser envasado.
Hay varios tipos de soja texturizada con diferentes formas y composiciones, pero las más comunes son la soja texturizada fina, la gruesa y los filetes de soja. Hasta hace poco solo se podía encontrar en tiendas especializadas, pero en la actualidad la mayoría de grandes superficies incluye soja texturizada, en una u otra forma, en sus lineales (generalmente en el pasillo de productos ECO).
La soja texturizada se vende deshidratada, en paquetes muy ligeros, y tiene una fecha de caducidad muy amplia. Para hacerla más comestible hay que hidratarla, algo que podemos hacer poniendo la soja en remojo o hidratándola directamente con la cocción de la receta que queramos preparar. El remojo lo podemos hacer en agua o caldo, en frío o en caliente (esto último es más rápido). También se puede comer seca y aprovechar el efecto crujiente.
Para hidratar la soja texturizada usamos el doble de líquido que de soja (en volumen). En el transcurso de 10 minutos la soja absorbe el líquido y duplica su tamaño. Esta soja hidratada se puede saltear en una sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra y especias o hierbas que le confieran sabor. Después se añade a la receta igual que añadiríamos carne picada, tal y como ocurro en esta falsa boloñesa de soja texturizada.
La receta de falsa boloñesa de soja texturizada
Esta receta de falsa boloñesa de soja texturizada se prepara en un abrir y cerrar de ojos, mucho más rápido que la salsa boloñesa tradicional. Al menos la que yo hago que, si sois carnívoros, os recomiendo con fevor. El resultado es asombroso. Yo he obtenido el visto bueno de los no vegetarianos de la familia, algo que no es moco de pavo. Si los conociérais, lo entenderíais.
- 200 g de soja texturizada gruesa
- 1 cucharada de hierbas provenzales
- 2 dientes de ajo
- 200 g de cebolla
- 150 g de apio
- 40 g de tomate concentrado
- 150 ml de caldo de verdura o agua
- Sal
- Pimienta negra molida
- Aceite de oliva virgen extra
- Hidratamos la soja poniéndola en remojo en el doble de agua (en volumen) durante 10 minutos. Escurrimos bien, usando un colador y apretando hasta que no tenga agua.
- Añadimos las hierbas provenzales a la soja hidratada y la rehogamos a fuego medio en una cazuela con un poco de aceite de oliva virgen extra hasta dorar. Reservamos.
- Pelamos y picamos los dientes de ajo finamente. Hacemos lo mismo con la cebolla y el apio.
- En la misma cazuela calentamos un poco de aceite de oliva virgen extra y rehogamos el ajo, la cebolla y el apio, durante 10 minutos y a fuego bajo.
- Añadimos la soja y mezclamos bien.
- A continuación añadimos también el tomate concentrado y el caldo de verdura (o agua).
- Cuando arranque a hervir bajamos el fuego y cocemos durante 20 minutos o hasta que la salsa haya tomado cuerpo.
- Ajustamos el punto de sal y pimienta y lista para usar.

Consejos para una falsa boloñesa de soja texturizada fetén
- En temporada de tomates es mucho mejor hacer una salsa casera y natural con la que sustituir el tomate concentrado y el caldo de verduras. Se nota la diferencia. Si sois de los que todavía tenéis algún que otro bote de la temporada pasada en la depensa, no dudéis en usarlo para esta buena causa.
- Esta falsa boloñesa de soja texturizada, como ocure con muchos otros platos, gana con el tiempo de reposo. Y gana mucho. Es perfecta para preparar durante el fin de semana, cuando contamos con más tiempo para la cocina, y guardar para consumir cualquier día de diario.
- Congela muy bien de modo que, si no la usamos en los dos o tres días siguientes, la podemos dividir en recipientes aptos para el congelador y tendremos falsa boloñesa para más adelante. Lo bien que sienta ¿verdad?
- Si usamos solo una parte de la soja texturizada del paquete, podemos guardar el resto en la despensa en un bote con tapa hermética. Dura más de seis meses y en perfectas condiciones.
- Algunas sojas texturizadas tardan más que otras en hidratarse y lo hacen mejor en agua caliente que fría. El tiempo indicado en la receta es orientativo.
- Podemos enriquecer la falsa boloñesa de soja exturizada añadiendo unos dados de zanahoria, unas láminas de champiñones o ambos. Lo primero aportará cierto dulzor al conjunto y lo segundo una textura suave y cremosa.
Con qué acompañar la falsa boloñesa de soja texturizada
La falsa boloñesa de soja texturizada es la compañera perfecta de un plato de pasta, pero también le va de cine a un puré de patatas bien espeso, una patata asada y mucho más. Por supuesto, que no falte un poco (o un mucho) de queso Parmesano rallado con el que poner el broche de oro a nuestro plato, ya sea espolvoreado por encima en el momento de servir o mezclado con la «falsa».
Otras recetas vegetarianas
Con esta receta de falsa boloñesa de soja texturizada queda inaugurado un nuevo capítulo que se irá llenando de otras opciones para cuando no queramos, por la razón que sea, comer carne, ni pescado, ni producto animal de ningún tipo.
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