Hace un par de años que vengo elaborando mi propio roscón de Reyes y, la verdad, es que la diferencia con los que se pueden comprar en cualquier establecimiento que tengamos a mano es descomunal. Por supuesto que los hay maravillosos, esponjosos, sabrosos, etc pero ni son fáciles de encontrar ni son baratos así que yo recomiendo «fervientemente» a cualquiera que pruebe a hacerlo en casa.
El año pasado publiqué una receta de roscón de Reyes básica y relativamente rápida de preparar. A mi entrada acompañaba un vídeo de ABC.es que vino a casa expresamente para grabar la elaboración de este dulce tan tradicional de la Navidad. En este enlace lo podéis ver y en este otro accederéis a la entrada a la que acabo de hacer referencia, la de receta sencilla por si preferís empezar por algo más suave 🙂
Este año he optado por preparar el roscón de Reyes con masa madre cosa que, hasta hace poco, me ha impuesto mucho respeto. Pero hace poco preparé mi propia masa madre y ando imparable con el uso que le estoy dando: pizzas, panes, bollería, etc. La diferencia es notable. La masa madre aporta un sabor potente al Roscón así como una jugosidad importante, durando más tiempo fresco. Os animo a que lo probéis por vosotros mismos y, a continuación, os cuento cómo hacerlo.
- 50 g de agua tibia
- 10 g de levadura liofilizada (o 50 grs de levadura fresca)
- 500 g de harina de fuerza (puede que más, dependerá del tipo de harina)
- 125 g de masa madre
- 175 g de azúcar
- 2 huevos "M"
- 50 g de leche tibia
- Pizca de sal
- Ralladura de media naranja
- Ralladura de medio limón
- 1 cucharada de agua de azahar
- 1 cucharada de ron negro
- 100 g de mantequilla, en pomada
- 1 huevo, batido
- Azúcar humedecida
- Almendra en granillo o laminada
- Diluimos la levadura en el agua tibia.
- Dividimos la harina en dos, una con 450 gramos y la otra con los 50 gramos restantes. Tamizamos esta última formando un volcán y mezclamos con la papilla de agua/levadura. Amasamos, formamos una bola, la introducimos en un recipiente engrasado y cubierto con un trapo (o papel film transparente), fermentamos en un lugar cálido hasta duplicar en volumen y reservamos.
- Tamizamos los 450 gramos de harina y formamos otro volcán. En su interior introducimos el resto de ingredientes excepto la mantequilla (la masa madre, el azúcar, los huevos, la leche, la pizca de sal, las ralladuras de naranja y limón, el agua de azahar y el ron) y mezclamos.
- Incorporamos la masa de levadura y la mantequilla, poco a poco. Amasamos hasta obtener una masa elástica y ligeramente pegajosa.
- Dejamos reposar en un recipiente amplio y engrasado, cubrimos con papel film y fermentamos hasta duplicar en volumen (en lugar cálido).
- Desgasificamos la masa amasando un par de minutos hasta que expulse todo el aire.
- Dividimos en porciones de igual peso (yo lo hice en porciones de 50 gramos y obtuve 22 bollitos), y damos forma de bola a cada una de ellas. Las colocamos sobre una bandeja de horno cubierta de papel sulfurizado, dejando separación entre ellas, donde las dejamos reposar nuevamente hasta que doblen en volumen (en lugar cálido).
- Pincelamos con huevo batido, decoramos con azúcar humedecido y almendra granillo (o laminada).
- Horneamos a 160 ºC entre 12-14 minutos o hasta que la superficie comience a tomar color.
- Retiramos del horno y transferimos a una rejilla metálica para que se atemperen.
- Ahora sólo queda preparar una buena taza de café, un chocolate caliente o similar y disfrutar del maridaje tan perfecto que hacen ambos.
Tomas García Cayuela dice
Como lo recomiendas "fervientemente", no me quedará más remedio que hacerlo. ¿Sabes lo que pasa? que en mi casa se comen el que hago y el que compran, tienen buen saque…asi que me veo to' el dia haciendo bollitos individuales jajaja
Un besazo y feliz año!!
El Saber Culinario
Bego de Al Calor del Horno dice
Me parece una idea estupenda. Yo hace bastante que los preparo así, porque tengo por aquí a quien no le gusta la fruta confitada y le gusta tenerlos congelados para desayunar….
Besos y Feliz Año preciosa. Nos vemos entre fogones.
Ana Melm dice
Pues fíjate que hace años que tengo masa madre (distintas, algunas cayeron en combate y las tuve que volver a hacer) y que he hecho unos cuantos roscones, y todavía no me animo a hacer el de masa madre. Por alguna razón la masa madre no me gusta en las masas de bollería, me gusta que tengan menos sabor, cosas mías.
Lo que me encanta es que tu roscón no tenga forma de corona, en mi casa no entra ninguno así, que no nos gustan 🙂
Maria Teresa Aleman dice
Uhmmm Carmen, que rico, una presentación perfecta en bollitos, Bss y todo lo mejor para el año que viene!!
Evelyn dice
Desde que lo hice por primera vez en casa siempre me lo piden, y es que está tan rico!!! En versión individual molan, jeje. Feliz año para ti y los tuyos. Besiños.
cocido de sopa dice
Es interesante e instructivo para ambas partes, la tuya y la de los que nos encontramos en este otro lado, ver cómo evolucionamos. Tú estabas tan satisfecha con tus roscones de años anteriores, pero siempre hay algo que nos empuja a probar algo nuevo porque muy seguramente de ello se desprenderá una enseñanza. Que la masa madre otorga un algo especial a las masas es algo que siempre hemos leído o escuchado, pero nada como experimentarlo nosotros mismos para creérnoslo de una vez por todas.
Los roscones tienen su forma identificativa, pero esta versión individual y en bollito queda super chula, y además, facilita la labor de la congelación por temas de espacio.
Por cierto, tengo masa madre durmiendo al frío y a espera de cobrar vida en breve. ¿En qué se convertirá? 😉
Besos!!
Tertúlia da Susy dice
Mas que maravilha, Feliz Ano Novo