No es que necesite excusa para preparar dulces en casa, de hecho tiendo a hacerlo a menudo para deleite de mis hijos, sin embargo la cosa suele limitarse a bizcochos, galletas, magdalenas, etc. Dulces más bien tradicionales que me solucionan más de un desayuno o dos. Y quien dice desayuno también dice merienda.
Supongo que mis hijos han heredado la «golosonería» de su madre, que les ha llegado a través de la genética, y con un público agradecido una tiende a querer mimarlo…y mimarse. Ejem.
A pesar de ello, tiendo a frenarme ya que, si por mi fuera, siempre (o debería escribir SIEMPRE) habría dulces en casa. Sin embargo, cuando a una la invitan a comer a casa de unos amigos (con familia incluida, claro), es instintivo eso de ofrecerse a llevar «el postre». Son ocasiones en las que se nos presenta en bandeja la oportunidad de preparar algo diferente y sorprendente.
¿A alguien más le pasa?
Mmmmm, ya veo…me lo imaginaba. No estoy sola en esto 🙂
En esta ocasión andaba buscando la ocasión de dar salida a una cantidad generosa de naranjas que Naranjas Valencianas Bea me hizo llegar. De ellos os he hablado aquí y aquí pero no puedo dejar de mencionarlos nuevamente porque la calidad de su producto así lo merece. Las naranjas con las que elaboré estas trufas son las de la variedad «navelate», de recogida tardía y un dulzor especial.
Con una materia prima como esta lo tenía bien fácil. Las trufas fueron un éxito allá donde nos acompañaron, a nosotros y a nuestros cafés de sobremesa. Dulces y suaves, todo un capricho.
Necesitamos
- 250 grs de chocolate blanco
- 75 grs de mantequilla
- Ralladura de 3 naranjas
- 2 grs de sal
- 80 grs de crème fraîche
- Colorantes alimenticios, amarillo y rojo (opcional)
- Azúcar glas
Preparación
Troceamos el chocolate en pequeñas porciones y las colocamos en un cuenco profundo. Reservamos.
Fundimos la mantequilla junto con la ralladura de naranja y la sal en un cacito a fuego suave.
Añadimos la crème fraîche, removemos y llevamos a ebullición. Retiramos del fuego y removemos con unas varillas hasta obtener una crema homogénea. Al principio parecerá que la mezcla está cortada y que los ingredientes no se van a integrar pero si removemos con paciencia, en nada de tiempo conseguiremos el punto de crema.
Vertemos la mezcla sobre el chocolate blanco a través de un colador para retirar la ralladura de naranja, pero apretando con el dorso de una cuchara porque queremos que caigan sus aceites y, con ellos, su aroma y esencia.
Removemos hasta que se funda el chocolate. Si queremos subir el tono naranja de las trufas, añadimos ahora los colorantes alimenticios para subir el tono naranja de las mismas.
Dejamos templar, cubrimos con papel film y guardamos en la nevera durante, al menos, dos horas.
Transcurrido este tiempo, tomamos pequeñas porciones de la mezcla, boleamos, pasamos por azúcar glas y ya tenemos listas nuestras trufas.
Perfectas para acompañar un café de sobremesa 🙂
Fuente de inspiración: Cooking classy
Yo no era muy golosa, hasta ahora. Con el tiempo me he vuelto algo más "dulce" ya que siempre he sido de salados. Cuando nos invitan a comer en casa de alguien también soy la que lleva los postres, jeje, creo que es algo "natural" hacerlo.
Estas trufas a mi hija la deben volver loca porque es fan absoluta del chocolate blanco, así que tomo nota. El aroma a naranjas debe ser espectacular en estos bombones.
Besos
Ummm Carmen que ricas, chocolate blanco y naranja y además con esa materia prima. Me llevo una. Bss
Virginia "sweet and sour"
Yo creía que tenía un problema, pero ya veo que no…
No puedo resistirme a hacer dulces, no puedoooooo y si me invitas hoy a tu cumpleaños de dentro de dos años, yo me tiraré dos años dando vueltas a que hacer, que llevar, los ingredientes, me acordaré de sacar la mantequilla el día antes… no tengo remedio!
Las trufas, me encantan, la naranja es deliciosa en todos los postres…
Solo de verlas babeo…y la naranja con lo que me gusta…..apuntadas quedan.
¡Qué tentadoras, Carmen!
Un beso.
Que colorcito más original tienen! Puff, debían estar buenísimas, me llevo la receta. Besos!
laurilla fondant
Un bocado riquísimo y muy original, me anoto la receta porque me ha encantado.
Besos.
madre mía Carmen, "m'has matao", esto cae en cualquier momento, es una delicia!!!! gracias
Carmen nunca he probado la combinación de chocolate blanco con naranja, pero tienen un color muy apetecible.
Un beso guapa
uuuummmmm qué cosa más rica!!! Te voy a invitar a comer para que traigas postre 😛
besos
Ufff!! Qué apetecibles con un café, una charla… y entre frase y frase, trufa en la boca, y que hable otro, jejeje.
Un beso
Yo no soy mucho de chocolate blanco, pero se ven muy tentadoras. Me encanta el colorcito que les quedó. Un besiño.
Hola Carmen!! Claro que no estás sola, creo que muchos somos los que nos ofrecemos para llevar el postre, y ahora me anoto estas trufas, te han quedado de un color precioso, y ya me imagino el sabor que tienen!! Besos
Se ven riquísimas, te cogemos la receta.besos cris y Laura.
Hola Carmen! veo que sigues aportando cositas de vez en cuando, pese a que tu tiempo ahora es más limitado, y yo encantada! porque siempre es un placer entrar a ver qué cuentas. En mi casa los genes van por parejas. Los míos de golosa han pasado a mi hija, y los de mi marido, nada de dulce, a mi hijo. Curioso! así que tiendo a preparan no demasiados dulces, salvo los que comparto en el blog, porque calcula…. solo somos dos!! menos mal que tengo amigos de quieres tirar para que se "sacrifiquen" comiendo mis tartas, muffins, y lo que sea….. Oye! qué redonditas y qué perfectas!! Me encanta cómo te han quedado.
qué bonitas quedan con ese tenue color naranja!! buena propuesta para todos los que piensan que el chocolate puro es demasiado fuerte (mi marido, jajaja)
Pues si que es una mezcla que tienta a probar, si señor!!! bss y buen finde.
Yo no soy golosa, qué vaaaa, para nada. Soy más, bastante más que eso. De siempre he dicho una tontería, y es que si el dulce adelgazara, sería la envidia de toda top-model, a excepción de la altura, que por ahí me ganarían, seguro.
En mi caso, creo que mi genética golosa no ha sido heredada por mi hija, lo cual no quiere decir que no le guste lo dulce, pero no se pierde por él como pasa conmigo.
Tú ya me conoces y sabes que yendo como invitada es inevitable llevar un dulce a los anfitriones de la casa. ¿Has visto mi mano levantada cuando has lanzado la pregunta, no? Porque a nadie le amarga un dulce, y siempre es agradecido. Si tú dices que estos bombones hicieron vuestras delicias, a sabiendas de que no es precisamente el chocolate blanco el que más te pierde, me lo creo todo, todo.
Por cierto, que te han quedado muy bellamente retratados 🙂
Besos!
Hola Carmen he dado con tu blog por casualidad, te apunto en mis favoritos me gusta tu cocina. Saludos desde Murcia¡¡¡
Ya sabes que yo soy muy golosa y siempre estaría haciendo dulces .Estas trufas me encantan y que color tan guapo les has puesto,ademas el chocolate con naraja queda genial.besinos
Que buena idea esta combinacion Carmen,deben de ser delicatesen total¡¡
Bss