Lo prometido es deuda y, como dije ayer, este mes voy a dedicar un poco de tiempo extra a las croquetas. ¡A ver si así consigo animaros a que participéis en el HEMC #56 del que soy anfitriona!
Empezaré por la masa de croquetas. Esta es la receta que generalmente utilizo yo, legado familiar con alguna pequeña aportación propia.
A esta masa le añadiremos pollo, jamón, bacalao o cualquier otro ingrediente que nos guste. La masa de las fotos lleva unas sobras de pollo asado finamente picado, aproximadamente 1/2 vaso (no podría decir su equivalencia en peso).
También podemos utilizar caldo en lugar de leche, o parte de leche y parte de caldo. Lo importante es respetar las cantidades para que consigamos la consistencia justa.
Otra masa para croquetas saladas es la de patata o podemos prepararlas dulces: de arroz con leche (pinchad aquí para ver las mías), de chocolate, de fruta, etc. Sobre esto escribiré más adelante.
Por lo demás, se pueden preparar croquetas con infinidad de ingredientes. Yo suelo aprovechar sobras de cocido o de pollo asado pero alguna vez he comprado ingredientes específicos para hacer alguna innovación: queso azul y nueces, sobrasada y bacon,anchoas y parmesano…entre otras. En cualquier caso siempre parto de la misma base. No me extiendo más y os cuento cómo la hago.
Necesitamos
- 3 cucharadas de aceite de oliva suave
- 2 cucharadas rasas (aunque no en exceso) de harina de trigo
- 400 ml de leche
- 3 quesitos en porciones
- Sal
Preparación
En una sartén de base amplia calentamos el aceite. Añadimos la harina y removemos hasta que se haya integrado con el aceite. Cuando la harina se haya dorado ligeramente retiramos la sartén del fuego y dejamos que se temple durante unos minutos.
Mientras tanto, calentamos la leche durante 2 minutos en el microondas. Esto nos facilitará que se mezcle con la harina y no se formen grumos.
Colocamos nuevamente la sartén con la harina al fuego, calor medio alto, y añadimos la mitad de la leche, removiendo sin parar con una cuchara de madera y aplastando los grumos con el reverso en caso de que se formen. Añadimos los quesitos y seguimos removiendo y aplastando con la cuchara.
Si nos quedasen grumos, en este momento podemos utilizar las varillas para deshacernos de ellos.
Poco a poco añadimos el resto de la leche sin dejar de remover. Cuando hayamos acabado con la leche y la masa alcance el punto de hervor, bajamos el fuego a medio bajo y añadimos el pollo, jamón o el ingrediente que escojamos. Salamos al gusto.
Continuamos trabajando la masa con la cuchara de madera durante 12-15 minutos antes de retirar del fuego.
La masa habrá alcanzado su punto de espesor cuando se despegue de los bordes de la sartén.
Una vez lista, la pasamos a una fuente. La cubrimos con papel transparente, que toque la masa para que no se nos forme una capa dura en la superficie al enfriarse (ver foto arriba).
Una vez fría la podemos conservar en la nevera durante un par de días o congelar si no tenemos previsto preparar las croquetas en ese espacio de tiempo.
Yo suelo preparar la masa un día y monto las croquetas al día siguiente. De esta manera la masa ha alcanzado un punto de espesor óptimo y resulta más fácil de manejar.¡Felices croquetas!
Marfau dice
Pues eso tiene remedio! (para las que todavía no estaban en la sartén, claro) Se pasan por huevo y nuevamente rebozar con pan rallado. De hecho yo lo hago así siempre: pan – huevo – pan. Queda una corteza muy firme que permite trabajar con la bechamel un poco menos densa, de manera que, mientras están calientes, el relleno es casi líquido. De rechupete!
montiel dice
haber si me animo
gracias
Jacy Rd dice
La masa de croquetas cuantos días se pueden mantener en la nevera
Jacy Rd dice
La masa de croquetas cuantos días se pueden mantener en la nevera
Carmen dice
Yo la he llegado a tener en la nevera hasta una semana y ha aguantado en perfecto estado. Más tiempo no conviene.