No puedo decir que a mis comidas veraniegas de la infancia le acompañen buenos recuerdos relacionados con el gazpacho andaluz porque no era una comida que me gustara especialmente. Es más, es que no me gustaba en absoluto. No obstante, el tiempo y mis gusto por la cocina en general han conseguido domar mi paladar y ahora no rechazo jamás una oferta de gazpacho bien fresquito. Y es que los genes sevillanos que me vienen por parte de padre tenían que salir en algún momento ¿no?
La receta de hoy es la que hago en casa desde hace relativamente poco, nada de herencias familiares ni nada por el estilo. La he ido puliendo con los años y adaptando a mis gustos, quizás por eso he conseguido que ahora me guste tanto el gazpacho andaluz. A mi me gusta limitar mucho la cantidad de vinagre y de pepino, procuro que el toque de ajo sea suave retirándole el germen, y le doy un toque de comino molido que me vuelve loca.
El gazpacho andaluz se sirve, tradicionalmente, con tropezones de pimiento rojo, tomate, cebolla y pepino. Podemos añadir unos croutons de pan tostado si nos apetece, unas virutas de jamón (como hacemos con el salmorejo), unos dados de aguacate (si nos ponemos en plan hipster), un chorrito de aceite de oliva virgen extra o cualquier otra cosa que nos apetezca. Podemos tomarlo en cuenco, como sopa fría, o en vaso como bebida con la que acompañar una comida veraniega.
- 1 kg de tomates maduros
- 80 g de pimiento verde italiano
- 1 diente de ajo pequeño
- 30 g de pepino
- 175 ml de aceite de oliva virgen extra
- 25 ml de vinagre de Jerez
- 100 g de pan duro
- 175 ml de agua fría
- Sal
- Comino molido
- Lavamos bien los tomates, el pimiento y el pepino. Los troceamos y colocamos en el vaso de una batidora eléctrica. Pelamos el diente de ajo, retiramos el germen para suavizar su sabor y lo añadimos junto con el aceite de oliva virgen extra, el vinagre de jerez y el agua fría. Trituramos bien hasta obtener una sopa homogénea.
- Pasamos el gazpacho por un colador de malla fina para retirar los restos de piel y las semillas del tomate que hayan podido quedar y para dar una textura más suave al mismo. Sazonamos al gusto y le añadimos un pellizco de comino molido. Esto último es algo que se hace mucho en el sur y que le aporta al gazpacho un toque de sabor maravilloso, pero es completamente opcional.
- Guardamos el gazpacho en la nevera hasta el momento de servir.
Elena dice
Genial la receta!, lyo le añadí una cucharadita de cominos molidos al resto de los ingredientes, y lo batí todo junto. Me salió tan bueno que ni lo cole. Muchas gracias por tu receta.
Carmen dice
El comino le va genial al gazpacho 🙂